martes, 20 de marzo de 2018

LA ESCALERA DE JACOB. por "Noah Ben Shea.

                                  LUCHAR CON NUESTROS TEMORES
                                     NOS HACE MÁS FUERTES


      Jacob - dijo Jonás mientras andaba a tientas en la oscuridad preparándose para meterse en la cama- ¿tú eres fuerte?
      ¿Te gustaría que fuera fuerte? -preguntó Jacob.
       -Sí -dijo el muchacho-. Porque entonces sabría que no puede suceder nada malo.
      -No existe nadie que sea tan fuerte -dijo Jacob-, pero todos nos hacemos más fuertes si luchamos con nuestros temores.


                                     SABEMOS MÁS DE LO QUE CREEMOS

      Jonás durmió en una sencilla cama que Jacob había dispuesto en el hueco que había junto a la ventana.
      Durante el transcurso de la noche, Jonás se había cubierto hasta el cuello con la franela y con las mantas de lana, y aún aferraba en la mano un pequeño trozo de pan que había estado mordisqueando antes de caer rendido por el sueño.
      Jacob, que se había sentado en una silla en medio de la habitación, frente al chico, no tenía experiencia ni había abrigado expectativa alguna sobre la paternidad. Y cuando llegó el momento de pronunciar sus oraciones matinales, el silencioso coro de la respiración de Jonás se le antojó un eco poco familiar.
      Paciencia, pensó Jacob. Dios aún tiene muchas pruebas para mí.
     Jonás se agitó. Abrió los ojos y se encontró con los de Jacob. Ninguno de los dos echó guijarros en el estanque de sus miradas. Compartieron la calma. La mañana se elevó y captó su propio reflejo en las aguas tranquilas, y en algún lugar un pájaro envió su canto en la distancia.
      Jonás se levantó sin decir nada y llenó la tetera para hacer té. La aparente familiaridad con la que intentaba ejecutar su acción le daba el aspecto de alguien que se moviera por un mundo que conocía desde siempre y cuya ausencia hubiera sido sólo temporal.
      Las líneas rectas se hacen curvas con el tiempo, pensó Jacob. Todo viaje se convierte con el tiempo en un viaje de vuelta a casa.
      Me gustaría que te vinieras a la panadería conmigo -dijo Jacob.
      -Qué voy hacer allí? -preguntó Jonás.
      -Haz preguntas.
      -¿Y...?
      -Y pon atención.
      -¿Eso es todo?
      Lo más siempre empieza siendo menos.
     Para Jacob,ahora, el familiar camino hacia el trabajo se había convertido de pronto en algo completamente nuevo.

                                                                         ******

      Os deseo una feliz semana y no os olvidéis de disfrutar los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí y un abrazo para vosotr@s.

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