martes, 13 de diciembre de 2016

CONOCERSE A FONDO. por" Anthony de Mello"

     Una noche, mientras se hallaba en oración, el hermano Bruno se vio interrumpido por el croar de una rana. Pero, al ver que todos sus esfuerzos por ignorar aquel sonido resultaban inútiles, se asomó a la ventana y gritó: ¡Silencio! ¡Estoy rezando!

Y como el hermano Bruno era un santo, su orden fue obedecida de inmediato: todo ser viviente acalló su voz para crear un silencio que pudiera favorecer su oración.

Pero otro sonido vino entonces a perturbar a Bruno: una voz interior que decía: "Quizás a Dios le agrade tanto el croar de esa rana como el recitado de tus salmos..." ¿Qué puede haber en el croar de una rana que resulte agradable a los oídos de Dios?, fue la displicente respuesta de Bruno. Pero la voz siguió hablando: Por qué crees tú que inventó Dios el sonido?.

Bruno decidió averiguar el porqué. Se asomó de nuevo a la ventana y ordenó: ¡Canta! y el rítmico croar de la rana volvió a llenar el aire, con el acompañamiento de todas las ranas del lugar. Y cuando Bruno prestó atención al sonido, éste dejó de crisparle, porque descubrió que, si dejaba de resistirse a él, el croar de las ranas servía, de hecho, para enriquecer el silencio de la noche.

Y una vez descubierto esto, el corazón de Bruno se sintió en armonía con el universo, y por primera vez en su vida comprendió lo que significa orar.
      FIN.

         Para despertarse, el único camino es la observación. Es irse observando uno a sí mismo, sus reacciones, sus hábitos y la razón de por qué respondes así. Observarse sin críticas, sin justificaciones ni sentido de culpabilidad ni miedos a descubrir la verdad. Has de conocerte a fondo.

      El indagar e investigar quién es Jesucristo es muy loable, pero ¿para qué sirve? ¿Te puede servir para algo si no te conoces a ti mismo? ¿Te sirve para algo si estás controlado y manipulado sin saberlo?

      La pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro es: ¿Yo quién soy? Porque, sin conocerte, no puedes conocer ni a Dios. Conocerse uno a sí mismo es fundamental y, sin embargo, lo curioso del caso es que no hay respuesta para la pregunta ¿quién soy yo?, porque lo que tienes que averiguar es lo que no eres, para llegar al ser que ya eres.

      Hay un proverbio chino que dice: "Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es el ojo. Cuando la mente no está bloqueado, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor".

      Hay que quitar las vendas para ver. Si no ves no puedes descubrir los impedimentos que no te están dejando ver.

      El observarse a sí mismo, es estar atento a todo lo que acontece dentro de ti y alrededor de ti, como si esto le ocurriese a otra persona, sin personalizarlo, sin juicios ni justificaciones ni esfuerzos por cambiar lo que está sucediendo, ni formular ninguna crítica ni autocompadecerse. Los esfuerzos que hagas por cambiar es peor, pues luchas contra unas ideas, y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que ellas se caigan por sí solas una vez que comprendas su falta de realidad. Hay que cuestionar todo esto para ver si se comprende como una verdad y entonces te pondrás a observarte.
      FIN.

                                                                       ******

      Muy buenos días, siempre daros las gracias por estar ahí y que está sea una lucecita para vuestro andar del día a día. Disfrutad de los buenos momentos que el universo nos regala. Un abrazo.

       

                                                     

   

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