lunes, 12 de febrero de 2018

LA VOZ DEL ÁNGEL. por "Deepak Chopra"

      Los que buscan son como imanes. Nosotros no prestamos atención a sus plegarias tanto como a sus anhelos. Buscar es anhelar la luz, y cualquier pedido de más luz atrae a los ángeles. Cualquiera puede llamarnos de esta manera, pero muy pocos lo hacen. Muchas plegarias son gritos pidiendo ayuda, y aunque Dios los oye, los humanos son autosuficiente. Si obtenéis suficiente luz, podéis solucionar cualquier problema. Porque la luz es más que energía o una sensación de dicha. La luz es inteligencia, es poder. Dios y todo su reino están hechos de luz, y de esta fuente primaria se creó todo lo que hay en el cosmos.
      Cuando valoréis la luz, eso os sirve. Podéis cambiar las relaciones inyectándoles luz. Podéis resolver conflictos enviando luz a aquellos que se oponen a vosotros. Las respuestas a todas las preguntas profundas se envían mediante la luz, ya que cuando la luz llena la mente, sana esos sentimientos de aislamiento y carencia de significado que atormentan a todos los que están en la separación.
      Muchos lucháis solos incesantemente para solucionar los dilemas más difíciles de vuestra vida. El pensamiento atormentado no puede traer respuestas, tampoco el sufrimiento emocional, la ansiedad y la preocupación. Hace mucho que los seres humanos deberían haberlo aprendido. Sin embargo, en lugar de invocar la luz en busca de claridad, preferís vagar en la oscuridad que es obra de vosotros mismos.
      Esta falta de conciencia es la gran tragedia del mundo en este momento. Os condena a repetir las mismas soluciones falsas una y otra vez, hasta el punto de que las ponéis en práctica en forma mecánica cuando no hay luz. cuando la conciencia se hunde en el egoísmo, el miedo y el aislamiento. La familia humana es una familia desbandada hasta que podáis descubrir el verdadero vínculo que une, que es la conciencia compartida de estar con Dios.
      La mayor bendición que Dios puede dar es el don de la luz. Él encarga a sus ángeles que repartan este don.
      Nosotros lo hacemos en forma intermitente, yendo y viniendo. ¿Pero cómo sería si viniéramos y nos quedáramos entre ustedes?
      Yo soy el ángel que fue enviado a responder esta pregunta. Llamadme el ángel de la bendición.

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      Una luz para el despertar, para el no estar en la oscuridad. Gracias por estar ahí, un abrazo y nos vemos pronto.
   

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