Había una madre que no conseguía que su hijo pequeño regresara a casa de jugar antes del anochecer. Para asustarlo, le dijo que había unos espíritus que salían al camino tan pronto se ponía el sol. Desde aquel momento, el niño ya no volvió a retrasarse. Pero, cuando creció, tenía tanto miedo a la oscuridad y a los espíritus que no había manera de que saliera de noche. Entonces su madre le dio una medalla y lo convenció de que, mientras la llevara consigo, los espíritus no se atreverían a atacarlo. El muchacho salió a la oscuridad bien asido a su medalla. Su madre había conseguido que, además del miedo que tenía a la oscuridad y a los espíritus, se le uniese el miedo a perder la medalla.
Cuento recogido por Tony de Mello, profeta, maestro,guru, jesuita y espléndido narrador de cuentos.
Durante mucho tiempo me he hecho la misma pregunta, ¿Qué es el mundo mágico? cuando llevas buscando la respuesta tanto tiempo un día llega a través de alguien, ese alguien es ahora un buen amigo de viaje, Juan García Atienza, un incansable investigador de nuestras raíces que nos guía a través de hermosas,sorprendentes e inquietantes leyendas mágicas recogidas a lo largo y ancho de la geografía española. Desde historias de amor con seres de otros mundos, hasta construcciones hechas por manos invisibles, pasando por encantamientos y maldiciones.
¿Que es lo mágico?
En primera instancia, todo aquello de cuya realidad tenemos una conciencia más o menos clara, pero cuya explicación verosímil escapa a los esquemas racionales. Son mágicos los comportamientos que no responden al sentido común cotidiano, los acontecimientos que no discurren conforme a la razón habitual, los personajes que no actúan según los dictados usuales de la conducta. Todos estos fenómenos, reunidos, constituyen "El mundo mágico".
Y ese mundo convive con el otro, el que reconocemos como lógico, en un acto de íntima fraternidad que difícilmente seríamos capaces de concebir y entender con la sola ayuda de la razón. Por ello nos cuesta admitirlo sin reticencias, porque somos incapaces de explicarlo tal como se nos ha enseñado que deben explicarse el porqué de las cosas, los sucesos y las reacciones del ser humano.
No solemos admitir que lo mágico pudiera encajar como un zapato en los parámetros de la existencia cotidiana. Antes bien, los condicionamientos mentales que rigen nuestra vida diaria nos han obligado a rechazarlo, a ignorarlo e incluso a negar sistemáticamente su evidencia. Hemos confundido la magia con la fantasía o, algo que es aún más grave, lo hemos identificado con un error de percepción. Cuando de pronto nos tropezamos con su realidad, pensamos en alucinaciones y tratamos de apartarlo de la mente. Sin embargo, lo queramos o no, su presencia dormita en nuestro subconsciente y despierta periódicamente, como una verdad que se intuye y que ninguna lógica puede rechazar, por más que lo intentemos con toda la fuerza de nuestro raciocinio.
AINSEL:
Una viuda y su hijito vivían en una cabaña cerca de Rothley,(Inglaterra). El niño detestaba irse a dormir temprano y, una noche, estaba tan animado que su madre se fue sola a la cama y lo dejó jugando. Le advirtió que las hadas podían llevárselo si se quedaba despierto hasta muy tarde, pero el pequeño se río, así que ella apagó la vela y lo dejó que jugara a la luz de la lumbre. Al cabo de un rato, una encantadora hadita bajó flotando por la chimenea.
¿Como te llamas?- preguntó el niño embelesado.
-Ainsel- respondió el hada- ¿Y tú, cómo te llamas?
-Yoainsel- dijo el niño.
Y juntos empezaron a jugar alegremente. Al poco rato, el fuego comenzó a apagarse y el niño lo avivó tan bruscamente que una brasa salió volando y le quemó el pie a Ainsel. Ella lanzó un grito espantoso y el niño, asustado, se escondió detrás de la pila de leña. En ese instante bajó por la chimenea, con gran estruendo, un hada vieja y horrible.
¿Qué os ocurre, querida?- exclamó.
¡Me han quemado, madre, me han quemado! respondió la diminuta criatura.
¿Quién os ha hecho daño?- preguntó el hada madre- ¡Lo castigaré!
¡Yoainsel!
¿Vos? ¿Pero qué decís? - exclamó la anciana- ¿Y por qué habéis gritado de esa manera entonces? ¡Fuera, salgamos de aquí! - y cogiendo a la hadita la subió por la chimenea.
El niño pegó un salto hasta la cama de su madre y se tapó la cabeza con las mantas. Pasarían muchas noches antes de que volviera a quedarse despierto.
FIN.
Buenos días y bienvenidos al nuevo año, que consigáis vuestros propósitos. Muchas gracias por estar de nuevo aquí, nos vemos la semana que viene, que tengáis una muy buena semana.Hasta pronto.
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