lunes, 26 de octubre de 2015

LA PASION DE FREYR POR UNA GIGANTE, GERD.

Se narra en el poema édico For Skírnis, "El viaje de Skírnis" y se hace una paráfrasis en la Edda de Snorri.

Odín tenía un gran trono, Hlidskialf, desde el que podía contemplar todos los mundos. Un día Freyr se subió a él y fue castigado por su atrevimiento. El miró hacía el norte "en el norte viven los gigantes". Allí vío a la muchacha más hermosa de todas, que tenía unos brazos brillantes. Se enamoró de ella instantáneamente, y languideció enfermo de amor; Niord, preocupado por la situación de su hijo, mandó llamar al escudero de freyr, Skirnir, y le dijo que averiguara el motivo.
Skirnir le pregunto a Freyr porqué se sentía deprimido, apelando a la amistad que los unía desde niños para que revelase su secreto. Freyr confesó su amor y le suplicó a Skirnir que la cortejase por él. El viaje era probablemente peligroso. En reconocimiento, Freyr tuvo que darle a Skirnir su espléndido caballo y uno de sus más grandes tesoros, una espada que lucharía por su propia cuenta. Skirnir cabalgó hacía la morada de los gigantes, que estaba rodeada de perros guardianes que aullaban. El pastor que estaba sentado fuera le advirtió que no intentara entrar. Skirnir porfió. Gerd, siguiendo los dictados de la hospitalidad nórdica, le invitó a hidromiel y le preguntó cuál era su encargo. Skirnir le declaró el amor que sentía Freyr, y le ofreció regalos si ella aceptaba: once manzanas de oro y un anillo que se reproducía cada nueve noches, muestra clara de la inmensa riqueza que poseía el Van a su disposición. Ella los rechazó, ya tenía suficiente oro.
Entonces Skirnir recurrió a las amenazas, que cada vez eran más ultrajantes, hasta que al final cedió, y concertó una cita para al cabo de nueve días, prometiendo entregarse a Freyr después.
Skirnir cabalgó de regreso, Freyr estaba tan impaciente por las noticias que lo estaba esperando fuera de casa, Skirnir le dio su mensaje. La respuesta de Freyr golpearía el corazón de cualquier auténtico enamorado: "Una noche es larga, dos lo son más. ¿Como podré esperar durante tres? Antes un mes pasaba más rápido que media noche de bodas".

A pesar de sus enigmas, el For Skirnis narra uno de los mitos nórdicos más transparentes. Gerd, (terreno cercado, campo) y el emparejamiento de Freyr y Gerd se ve como una expresión del matrimonio sagrado del dios de la fertilidad y la tierra cultivada. El final de esta historia es feliz.
Pero se deja al sarcástico Loki destacar las implicaciones en una típica estrofa en el Lokasenna.

"Has comprado a la hija de Ymir "Gerd" con oro: es para esto para lo que tienes tu espada.
Pero cuando los hijos de Muspell cabalguen a través de Mirkwoord, no sabrás, miserable, con qué vas a pelear".

Los hijos de Muspell formarán parte de las huestes destructoras que atacarán a los dioses al fin del mundo. Freyr combatirá para proteger a los dioses, ¿pero cómo podrá hacerlo sin la maravillosa espada a la que renunció en un momento de pasión?

Niord y Freyr son definidos como reyes sucesivos de los suecos. Freyr era muy popular, en su reinado las cosechas eran muy buenas y había una paz duradera, que los suecos atribuían a su rey. Fundó el gran templo de Upsala, utilizando para ello todo el dinero recaudado en concepto de impuestos y tributos.

Freyr cayó enfermo, y como la enfermedad avanzaba, sus hombres reflexionaron sobre qué conducta seguir. Dejaron que se le acercase poca gente y construyeron un gran túmulo al que pusieron una puerta y tres ventanas. Cuando Freyr murió, llevaron en secreto su cuerpo al túmulo y le dijeron a los suecos que estaba todavía vivo. Allí lo guardaron durante tres días. Todo el dinero de los impuestos lo utilizaron para el túmulo, el oro para una ventana, la plata para la segunda, y las monedas de bronce para la tercera. El periodo de paz y fertilidad continuó.
Cuando los suecos se dieron cuenta de que Freyr estaba muerto y que, sin embargo, la paz y las buenas cosechas continuaban, concluyeron que sería así mientras Freyr permaneciese en Suecia, por lo que se negaron que lo incineraran. Le llamaron  veraldargoo, " el dios de las cosas mundanas", y desde entonces le hacían sacrificios para mantener la paz y las buenas cosechas.

Es cierto que hay elementos en esta historia-la riqueza, la fertilidad- que son características de las aventuras del dios Freyr, pero, de hecho, es una exaltación de la realeza e, igualmente, de la divinidad. Después de todo, el nombre de Freyr era originariamente un sustantivo que significaba "señor" usada tanto para reyes terrenales como celestiales. Parece por los cuentos medievales tardíos que los primeros reyes escandinavos eran reverenciados en proporción a su capacidad para traer a sus pueblos las bendiciones de la paz y prosperidad, para asegurar estaciones propicias para las cosechas y el ganado. Según algunos relatos legendarios, a los reyes que fracasaban en ello, se les mataba.

Las fuentes de lo que aquí expongo,provienen del libro de R.I.PAGE." EL PASADO LEGENDARIO".

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