miércoles, 26 de septiembre de 2018

LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea"

                                              AHORRA FUERZAS
                                              DEJÁNDOTE LLEVAR


      Jacob -dijo Jonás mientras fregaba los platos después de cenar-, sé que la gente cree que eres sabio pero, ¿no te molesta que otros hombres crean que son más importantes que tú?
      Las personas que creen que son más importantes que los demás han olvidado lo que de verdad importa -dijo Jacob-. Yo soy un hombre de fe. Y con la fe ahorras fuerzas dejándote llevar.
      Entonces, ¿no te importa ceder ante lo que otros quieren que hagas? -preguntó el muchacho.
      -Ceder no es inclinarse -respondió Jacob.
      Pero se supone que un hombre tiene que ser fuerte -dijo Jonás enfatizando la palabra "hombre".
      Y Jacob concluyó:
       -Cualquier hombre tiene sus fortalezas, así como sus propias debilidades.

                                 LAS MAÑANAS SON MÁS SABIAS
                                                 QUE LAS NOCHES


Es hora de irse a la cama -le dijo Jacob a Jonás. El chico se movía con lentitud, para frustración de Jacob.
      ¿Me has oído? -preguntó Jacob.
      Te he oído -dijo Jonás-, pero ¿te enloquece que no te escuche?
      Intento averiguar en cuántas ocasiones no me he escuchado a mí mismo -dijo Jacob.
      Y yo estoy harto de que siempre tengas las palabras exactas para responder.
      Sólo estás harto.
      Estoy harto de ti.
      A veces, yo también -dijo Jacob.
      Entonces, ¿por qué no dejas de responder a las preguntas de todos?
      ¿Debo comenzar con ésta?
      ¡Jacob!
      ¿Qué?
      Me frustras.
      Lo que te frustra eres tú mismo.
      Entonces, ¿qué me aconsejas?
      Vete a la cama. Las mañanas son más sabias que las noches.
      Ese es un antiguo dicho.
      Sí -dijo Jacob -, pero de momento no estás haciendo que me sienta nada joven.

                                                         ******

Una luz más para el despertar de la conciencia, gracias siempre por estar ahí, qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala y nos vemos pronto, un Abrazo.

 
                                             

UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"

                                                             SENSIBILIDAD

El pastor de una elegante feligresía había delegado en sus subalternos la tarea de saludar a la gente tras el servicio dominical. Pero su mujer le persuadió de que se encargara él mismo de hacerlo. ¿No sería espantoso, le dijo, que al cabo de los años no conocieras a tus propios feligreses?

De modo que, al domingo siguiente, concluido el servicio, el pastor ocupó su puesto a la puerta de la iglesia. La primera en salir fue una mujer perfectamente "endomingada" el pastor pensó que debía de tratarse de una nueva feligresa.

¿Cómo está usted? Me siento feliz de tenerla con nosotros, le dijo el pastor mientras le tendía la mano.

"Muchas gracias", replicó la mujer, un tanto desconcertada.

"Espero verla a menudo por aquí. Nos encanta ver caras nuevas..."

"Sí, señor..."

¿Vive usted en esta parroquia?

La mujer no sabía qué decir,

"Si me da usted su dirección, una tarde de éstas iremos a visitarla mi mujer y yo".

"No tendrá usted que ir muy lejos, señor. Soy su cocinera".

                                                 ******

      Muy buenas y feliz tarde, muchas gracias por estar ahí, os mando un abrazo y qué disfrutéis de los buenos momentos qué el universo nos regala.

jueves, 13 de septiembre de 2018

LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea"

                                             COMPLETAR EL MUNDO

Cuando Jacob salió de la panadería, Rut le estaba esperando con una chispa de determinación en la mirada.
      -Estoy molesta con usted, Jacob -dijo Rut empleando muy poco tiempo en hacer su afirmación-. Jonás suele hablar de Dios como si fuera un hombre, y he observado que usted tiene la misma costumbre.
      -Cuando me refiero a Dios padre -respondió Jacob.
      -¿Pero es que acaso ve también a Dios como una mujer? -los ojos de Rut seguían apuntádole.
      -Cuando Ella me deja que La vea -replicó Jacob.
      -Oh -exclamó Rut medio riendo-. ¿Y la ve aquí? -preguntó señalando a los bosques de alrededor.
      -¿Por qué lo pregunta? ¿Me va a mostrar dónde no está Dios?
Rut seguía recelosa.
      -Sigo creyendo que está evitando mi pregunta.
      -Todos somos hijos de Dios -dijo Jacob-. Es una cuestión de lenguaje. No es un asunto espiritual. Somos una expresión de Dios y no hay que darle más vueltas.
      -Pero está claro que usted no duda en hablar de Él.
      -Yo no hablo de Él o de Ella -dijo Jacob-, porque no veo a Dios dividido en dos.
Rut se puso a pensar.
Jacob prosiguió con una voz más tierna que educativa:
      -Sabemos desde hace mucho tiempo que antes de nacer somos tanto varones como hembras, y después de nacer nos pasamos la vida intentando encontrar nuestro complemento. Esa búsqueda continúa en la actualidad. Todos estamos buscando no sólo nuestra pareja, sino también esa parte perdida en nuestro interior.
      -¿Y qué sucede cuando encontramos nuestra mitad perdida? -preguntó Rut.
Y Jacob, sosteniéndole la mirada, contestó:
      -Cuando encontramos nuestra otra mitad, completamos nuestro mundo.

                                            ******

Qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí y os mando un abrazo. Hasta muy pronto!

UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA,por "Anthony de Mello"

Las personas jamás pecarían
si fueran conscientes
de que cada vez que pecan
se hacen daño a sí mismas.
Por desgracia, la mayoría de ellas
están demasiado aletargadas
para caer en la cuenta
de lo que están haciéndose a sí mismas.

      Bajaba por la calle un borracho con las orejas en carne viva. Se encontró con un amigo, y éste le
      preguntó qué le había pasado.

      "A mi mujer se le ocurrió dejar la plancha encendida y, cuando sonó el teléfono, tomé la plancha
      por equivocación"

      "Ya veo...Pero ¿y la otra oreja?"

      ¡El maldito imbécil volvió a llamar!

                                                       ******

Muy buenas tardes, gracias siempre por estar ahí, y seguimos adelante, un abrazo.


jueves, 6 de septiembre de 2018

LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea"

                                               LOS MODALES REFLEJAN


Jonás volvía enfadado de la escuela.
      -¿Por qué tengo que ser educado? -preguntó.
    -¿Perdón? -dijo Jacob.
      -Preguntaba que por qué tengo que ser educado.
    Te había oído la primera vez -dijo Jacob -. Simplemente intentaba ser educado para que pudieras escucharte.
      -Los modales son ridículos -dijo el chico.
      -Los modales reflejan -dijo Jacob-. Les dan la oportunidad a los demás de ver qué es lo que piensas de ellos y les dan un vislumbre acerca de ti.



                                         LA CONFIANZA Y LA DUDA
                                   SON IGUALMENTE CONTAGIOSAS

Jonás cerró de golpe sus libros de la escuela y afirmó:
      -Cuando me haga mayor, voy a ser rico.
      -Desea menos y serás rico ya -le dijo Jacob.
      -No me crees, ¿verdad?
      -La confianza y la duda son igualmente contagiosas -dijo Jacob dándole la vuelta a su taza de té.
Jonás echó un vistazo a su alrededor en la pequeña habitación donde estaban sentados los dos.
      -Jacob, ¿no te gustaría tener más cosas de las que tienes?
Y Jacob respondió:
      -Con el tiempo nos hacemos más ricos por todo lo que descubrimos que no necesitamos, que por conseguir lo que creíamos desear.

                                                           ******

Una Luz para nuestro despertar, qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí, nos vemos pronto y un abrazo para tod@s.



UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"

                                                              SENSIBILIDAD


El abuelo y la abuela se habían peleado, y la abuela estaba tan enojada que no le dirigía la palabra a su marido.

Al día siguiente, el abuelo había olvidado por completo la pelea, pero la abuela seguía ignorándole y sin dirigirle la palabra. Y, por más esfuerzos que hacía, el abuelo no conseguía sacar a la abuela de su mutismo.

Al fin, el abuelo se puso a revolver armarios y cajones. Y cuando llevaba así unos minutos, la abuela no pudo contenerse y le gritó airada: ¿Se puede saber qué demonios estás buscando?

¡Gracias a Dios, ya lo he encontrado!,le respondió el abuelo con una maliciosa sonrisa. ¡Tu voz!

      Si es a Dios a quien buscas, mira en otra parte.

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      Muy buenos días, gracias siempre por estar ahí y os mando un fuerte abrazo, feliz día.