Un hombre acudió a un psiquiatra y le dijo que todas las noches se le aparecía un dragón con doce patas y tres cabezas, que vivía en una tremenda tensión nerviosa, que no podía conciliar el sueño y que se encontraba al borde del colapso. Que incluso había pensado en suicidarse.
"Creo que puedo ayudarle", le dijo el psiquiatra, "pero debo advertirle que nos va a llevar un año o dos y que le va a costar a usted tres mil dólares".
¿ Tres mil dólares?, exclamó el otro. "¡Olvídelo! Me iré a mi casa y me haré amigo del dragón".
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Los vecinos del místico musulmán Farid lograron persuadir a éste de que acudiera a la Corte de Delhi y obtuviera de Akbar un favor para la aldea. Farid se fue a la Corte y, cuando llegó, Akbar se encontraba haciendo sus oraciones.
Cuando, al fin, el emperador se dejó ver, Farid le preguntó: ¿Qué estabas pidiendo en tu oración?
Le suplicaba al Todopoderoso que me concediera éxito, riquezas y una larga vida, le respondió Akbar.
Farid se volvió, dando la espalda al emperador, y salió de allí mascullando: "Vengo a ver a un emperador...¡y me encuentro con un mendigo que es igual que todos los demás!"
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Muy buenos días, gracias por estar ahí y os mando un abrazo, felices momentos de éste bonito día.
jueves, 31 de mayo de 2018
martes, 22 de mayo de 2018
LA ESCALERA DE jACOB, por "Noah Ben Shea"
La serenidad es una hermosa virtud. Ya sea que actuemos rápida o lentamente, en soledad o en medio de las ajetreadas actividades humanas, nuestro centro interior debe permanecer equilibrado y sereno.
Paramahansa Yogananda.
AMA EL ESTUDIO;
ESTUDIA EL AMOR
Cuando Jacob llegó a la panadería, se encontró a Samuel de rodillas intentando encender la llama del piloto.
-El viento de anoche -explicó.
Samuel miró alrededor.
-¿Dónde está Jonas?
-Rut, la nueva maestra, nos encontró de camino hacia aquí -respondió Jacob mientras desgarraba la costura de un saco de harina-. Se ha ido a la escuela con ella.
-¿Se ha ido a la escuela? -Samuel intentó no ocultar su desilusión-. Pero si nosotros aprendemos aquí. Tú aprendiste aquí. Tú eres maestro.
-Aunque la panadería pueda ser una buena maestra -dijo Jacob -, lo que he aprendido es que el chico tiene tanta necesidad de un padre como de un maestro.
-Entre tanta gente, ¿no puedes hacer tú los dos papeles? -insistió Samuel.
-Un maestro ama la enseñanza. Un padre enseña amor. Enseñando, sé. Amando, aprendo -respondió Jacob.
MUCHOS AMANTES COMPARTEN LA CAMA
SIN AMAR
Samuel volvió junto a Jacob mientras éste trabajaba en el banco del pan.
-Jacob, perdona que te lo pregunte, pero he estado pensando en lo que estábamos hablando antes y me pregunto: ¿cómo puede aprender una persona acerca del amor?
-Amando -dijo Jacob.
-Eso no tiene sentido -dijo Samuel.
-Ni tampoco el hecho de que muchos amantes compartan la cama sin amar.
-Pero, ¿y si alguien nunca ha estado enamorado?
-preguntó Samuel-. ¿Por dónde puede empezar?
-Todo amor es un acto de fe -dijo Jacob-, aunque la fe no siempre esté de moda. Algunos somos afortunados porque nos calienta el sol. Otros tenemos que extraer el calor de la fe en la idea de que, si en algún lugar existen las sombras, es porque existe el sol.
******
Qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias por estar ahí y un abrazo. Hasta muy pronto!!!
Paramahansa Yogananda.
AMA EL ESTUDIO;
ESTUDIA EL AMOR
Cuando Jacob llegó a la panadería, se encontró a Samuel de rodillas intentando encender la llama del piloto.
-El viento de anoche -explicó.
Samuel miró alrededor.
-¿Dónde está Jonas?
-Rut, la nueva maestra, nos encontró de camino hacia aquí -respondió Jacob mientras desgarraba la costura de un saco de harina-. Se ha ido a la escuela con ella.
-¿Se ha ido a la escuela? -Samuel intentó no ocultar su desilusión-. Pero si nosotros aprendemos aquí. Tú aprendiste aquí. Tú eres maestro.
-Aunque la panadería pueda ser una buena maestra -dijo Jacob -, lo que he aprendido es que el chico tiene tanta necesidad de un padre como de un maestro.
-Entre tanta gente, ¿no puedes hacer tú los dos papeles? -insistió Samuel.
-Un maestro ama la enseñanza. Un padre enseña amor. Enseñando, sé. Amando, aprendo -respondió Jacob.
MUCHOS AMANTES COMPARTEN LA CAMA
SIN AMAR
Samuel volvió junto a Jacob mientras éste trabajaba en el banco del pan.
-Jacob, perdona que te lo pregunte, pero he estado pensando en lo que estábamos hablando antes y me pregunto: ¿cómo puede aprender una persona acerca del amor?
-Amando -dijo Jacob.
-Eso no tiene sentido -dijo Samuel.
-Ni tampoco el hecho de que muchos amantes compartan la cama sin amar.
-Pero, ¿y si alguien nunca ha estado enamorado?
-preguntó Samuel-. ¿Por dónde puede empezar?
-Todo amor es un acto de fe -dijo Jacob-, aunque la fe no siempre esté de moda. Algunos somos afortunados porque nos calienta el sol. Otros tenemos que extraer el calor de la fe en la idea de que, si en algún lugar existen las sombras, es porque existe el sol.
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Qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias por estar ahí y un abrazo. Hasta muy pronto!!!
UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA por "Anthony de Mello"
Una vez, le preguntó un rabino a un discípulo qué era lo que le molestaba.
Mi pobreza, le respondió. Vivo tan miserablemente que apenas puedo estudiar ni rezar.
En los tiempos que corren, le dijo el rabino, la mejor oración y el mejor estudio consiste en aceptar la vida tal como viene.
******
Hacía un frío que cortaba, y el rabino y sus discípulos se hallaban acurrucados junto al fuego.
Uno de los discípulos, haciéndose eco de las enseñanzas de su maestro, dijo: "En un día tan gélido como éste, yo sé exactamente lo que hay que hacer".
¿Qué hay que hacer?, le preguntaron los demás.
"Conservar el calor. Y si eso no es posible, también sé lo que hay que hacer".
"Congelarse".
La realidad existente no puede realmente
ser rechazada ni aceptada.
Huir de ella es como
tratar de huir de tus propios pies.
Aceptarla es como
tratar de besar tus propios labios.
Todo lo que hay que hacer es mirar,
comprender y estar en paz.
******
Muy buenos días, gracias siempre por estar ahí, desearos lo mejor para hoy y un abrazo mañanero.
Mi pobreza, le respondió. Vivo tan miserablemente que apenas puedo estudiar ni rezar.
En los tiempos que corren, le dijo el rabino, la mejor oración y el mejor estudio consiste en aceptar la vida tal como viene.
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Hacía un frío que cortaba, y el rabino y sus discípulos se hallaban acurrucados junto al fuego.
Uno de los discípulos, haciéndose eco de las enseñanzas de su maestro, dijo: "En un día tan gélido como éste, yo sé exactamente lo que hay que hacer".
¿Qué hay que hacer?, le preguntaron los demás.
"Conservar el calor. Y si eso no es posible, también sé lo que hay que hacer".
"Congelarse".
La realidad existente no puede realmente
ser rechazada ni aceptada.
Huir de ella es como
tratar de huir de tus propios pies.
Aceptarla es como
tratar de besar tus propios labios.
Todo lo que hay que hacer es mirar,
comprender y estar en paz.
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Muy buenos días, gracias siempre por estar ahí, desearos lo mejor para hoy y un abrazo mañanero.
viernes, 18 de mayo de 2018
LA ESCALERA DE JACOB, por " Noah Ben Shea"
El infinito opera en toda la creación. Los diversos remolinos que llamamos vida son controlados por esa Inteligencia Cósmica.
Paramanhansa Yogananda
*********
BÚSCATE UN MAESTRO,
LOS HAY POR TODAS PARTES
A lo largo de las orillas del río se veían manojos de hierva que clavaban sus verdes dedos a través de la nieve, tenaces con el frío, llamando a la primavera. Los pájaros, animados en su parloteo, salpicaban el todavía sombrío cielo.
Jacob y Jonás, después de dejar atrás el tronco de un roble protector, se encontraban en el camino de la panadería cuando una delgada mujer de mediana edad se puso delante de ellos, ajustándose los guantes como si se estuviera preparando para enderezar el mundo.
-¡Bien! Por fin nos conocemos -dijo con una sonrisa.
Jacob y Jonás se miraron entre sí con un gesto de cautela.
Éste debe ser Jonás - observó la mujer de forma amistosa y directa. El sol naciente le prestó una tonalidad dorada al color castaño de su cabello trenzado.
-Soy yo -dijo el chico mirando de nuevo a Jacob-.
Y éste es Jacob.
-Sí, lo se -dijo ella encontrándose con la mirada de Jacob y alisándose la falda.
- Vamos hacia la panadería -comentó Jacob en un tono vacilante.
-Y yo voy hacia la escuela -dijo la mujer con cierta intención.
-Te presento a Rut, la nueva maestra de la comunidad -dijo Jacob a Jonás.
- Entonces, ¿sabe quién soy? -dijo ella.
-A tanto como lo que eso supone, no llego -respondió Jacob sonriendo-, pero sí, la conozco. Los niños que vienen a verme después de clase dicen que es usted una buena maestra, además de amable.
-Y también he dicho que es usted sabio -dijo Rut, suavizando el tono.
-Los que son sabios se buscan un maestro -replicó Jacob.
-¿Por qué no nos acompaña a la panadería? -la invitó Jonás.
-No -dijo la mujer ahora en un modo más suave-, pero me gustaría que tú vinieras a la escuela conmigo.
-Pero si yo tengo que ir a la panadería para aprender de Jacob -dijo Jonás con un mohín de disgusto.
-Esto no te va a impedir aprender de Jacob -se reafirmó la maestra-. Todos lo hacemos.
El sol se había elevado, y ahora estaban los tres de pie bajo un pasillo de luz. El tiempo es el curso del mundo para los pasos de Dios, pensó Jacob. Recordó que había padres que habían mostrado sus sospechas por el hecho de que los niños vinieran y se sentaran sobre los sacos de harina para escuchar sus historias. Ahora comprendía lo difícil que era para un padre dejar ir a su hijo con un maestro. Cuánto más fácil le hubiera resultado ser más sabio que comprender.
Jacob asió al muchacho suavemente por los hombros.
-Jonás, creo que Rut tiene razón; ve con ella, y ven a la panadería después de clase.
-Yo misma lo llevaré -dijo Rut aliviada.
-Pero, Jacob -protestó el chico-, me enviaron para aprender de ti.
-Sí -dijo Jacob -, ¡y yo te envío a aprender de ti mismo!
-No lo entiendo, ¡y no voy a ir! -dijo dando un pisotón en el suelo.
-Y yo no lo entendía hasta ahora -dijo Jacob.
-Jacob -insistió Jonás-, ¿qué me puede enseñar ella?
-Eso es lo que tienes que descubrir.
******
Una luz en nuestro camino de la vida para no perdernos y poder seguir evolucionando como persona. Gracias por estar ahí, desearos un muy buen fin de semana. Un abrazo y hasta muy pronto.
Paramanhansa Yogananda
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BÚSCATE UN MAESTRO,
LOS HAY POR TODAS PARTES
A lo largo de las orillas del río se veían manojos de hierva que clavaban sus verdes dedos a través de la nieve, tenaces con el frío, llamando a la primavera. Los pájaros, animados en su parloteo, salpicaban el todavía sombrío cielo.
Jacob y Jonás, después de dejar atrás el tronco de un roble protector, se encontraban en el camino de la panadería cuando una delgada mujer de mediana edad se puso delante de ellos, ajustándose los guantes como si se estuviera preparando para enderezar el mundo.
-¡Bien! Por fin nos conocemos -dijo con una sonrisa.
Jacob y Jonás se miraron entre sí con un gesto de cautela.
Éste debe ser Jonás - observó la mujer de forma amistosa y directa. El sol naciente le prestó una tonalidad dorada al color castaño de su cabello trenzado.
-Soy yo -dijo el chico mirando de nuevo a Jacob-.
Y éste es Jacob.
-Sí, lo se -dijo ella encontrándose con la mirada de Jacob y alisándose la falda.
- Vamos hacia la panadería -comentó Jacob en un tono vacilante.
-Y yo voy hacia la escuela -dijo la mujer con cierta intención.
-Te presento a Rut, la nueva maestra de la comunidad -dijo Jacob a Jonás.
- Entonces, ¿sabe quién soy? -dijo ella.
-A tanto como lo que eso supone, no llego -respondió Jacob sonriendo-, pero sí, la conozco. Los niños que vienen a verme después de clase dicen que es usted una buena maestra, además de amable.
-Y también he dicho que es usted sabio -dijo Rut, suavizando el tono.
-Los que son sabios se buscan un maestro -replicó Jacob.
-¿Por qué no nos acompaña a la panadería? -la invitó Jonás.
-No -dijo la mujer ahora en un modo más suave-, pero me gustaría que tú vinieras a la escuela conmigo.
-Pero si yo tengo que ir a la panadería para aprender de Jacob -dijo Jonás con un mohín de disgusto.
-Esto no te va a impedir aprender de Jacob -se reafirmó la maestra-. Todos lo hacemos.
El sol se había elevado, y ahora estaban los tres de pie bajo un pasillo de luz. El tiempo es el curso del mundo para los pasos de Dios, pensó Jacob. Recordó que había padres que habían mostrado sus sospechas por el hecho de que los niños vinieran y se sentaran sobre los sacos de harina para escuchar sus historias. Ahora comprendía lo difícil que era para un padre dejar ir a su hijo con un maestro. Cuánto más fácil le hubiera resultado ser más sabio que comprender.
Jacob asió al muchacho suavemente por los hombros.
-Jonás, creo que Rut tiene razón; ve con ella, y ven a la panadería después de clase.
-Yo misma lo llevaré -dijo Rut aliviada.
-Pero, Jacob -protestó el chico-, me enviaron para aprender de ti.
-Sí -dijo Jacob -, ¡y yo te envío a aprender de ti mismo!
-No lo entiendo, ¡y no voy a ir! -dijo dando un pisotón en el suelo.
-Y yo no lo entendía hasta ahora -dijo Jacob.
-Jacob -insistió Jonás-, ¿qué me puede enseñar ella?
-Eso es lo que tienes que descubrir.
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Una luz en nuestro camino de la vida para no perdernos y poder seguir evolucionando como persona. Gracias por estar ahí, desearos un muy buen fin de semana. Un abrazo y hasta muy pronto.
UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"
Estando el Maestro haciendo oración, se acercaron a él los discípulos y le dijeron: "Señor, enséñanos a orar". Y él les enseño del siguiente modo:
Iban dos hombres paseando por el campo cuando, de pronto, vieron ante ellos a un toro enfurecido. Al instante, se lanzaron hacia la valla más cercana, con el toro pisándoles los talones. Pero no tardaron en darse cuenta de que no iban a conseguir ponerse a salvo, de modo que uno de ellos le gritó al otro: ¡Estamos perdidos! ¡De ésta no salimos! ¡Rápido, di una oración!
Y el otro le replicó: ¡No he rezado en mi vida y no sé ninguna oración apropiada!
¡No importa: el toro nos va a pillar! ¡Cualquier oración servirá!
¡Está bien, rezaré la única que recuerdo y que solía rezar mi padre antes de las comidas: Haz, Señor, que sepamos agradecerte lo que vamos a recibir!
Nada hay que supere la santidad de quienes
han aprendido la perfecta aceptación
de todo cuanto existe.
En el juego de naipes que llamamos "vida"
cada cual juega lo mejor que sabe
las cartas que le han tocado.
Quienes insisten en querer jugar
no las cartas que le han tocado,
sino las que creen que debería haberles tocado,
...son los que pierden el juego.
No se nos pregunta si queremos jugar.
No es ésa la opción. Tenemos que jugar.
La opción es: cómo.
******
Muy buenos días, siempre gracias por estar ahí, desearos un bonito fin de semana y qué disfrutéis los buenos momentos que el universo nos regala. Un abrazo.
Iban dos hombres paseando por el campo cuando, de pronto, vieron ante ellos a un toro enfurecido. Al instante, se lanzaron hacia la valla más cercana, con el toro pisándoles los talones. Pero no tardaron en darse cuenta de que no iban a conseguir ponerse a salvo, de modo que uno de ellos le gritó al otro: ¡Estamos perdidos! ¡De ésta no salimos! ¡Rápido, di una oración!
Y el otro le replicó: ¡No he rezado en mi vida y no sé ninguna oración apropiada!
¡No importa: el toro nos va a pillar! ¡Cualquier oración servirá!
¡Está bien, rezaré la única que recuerdo y que solía rezar mi padre antes de las comidas: Haz, Señor, que sepamos agradecerte lo que vamos a recibir!
Nada hay que supere la santidad de quienes
han aprendido la perfecta aceptación
de todo cuanto existe.
En el juego de naipes que llamamos "vida"
cada cual juega lo mejor que sabe
las cartas que le han tocado.
Quienes insisten en querer jugar
no las cartas que le han tocado,
sino las que creen que debería haberles tocado,
...son los que pierden el juego.
No se nos pregunta si queremos jugar.
No es ésa la opción. Tenemos que jugar.
La opción es: cómo.
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Muy buenos días, siempre gracias por estar ahí, desearos un bonito fin de semana y qué disfrutéis los buenos momentos que el universo nos regala. Un abrazo.
martes, 8 de mayo de 2018
LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea
ENFRÉNTATE A TI MISMO
Y LIBÉRATE DE TUS MIEDOS
Jonás y Jacob estaban acostados en sus camas, pensando.
-Jacob- preguntó Jonás entre las sombras-, ¿has tenido alguna vez miedo de la oscuridad?
-La oscuridad ilumina nuestros temores -dijo Jacob.
-¿Cómo puede ser una luz la oscuridad?
Porque te muestra tus miedos -fue la respuesta.
-¡Entonces es una trampa! -afirmó Jonás mientras se sentaba en la cama.
-Somos nosotros la trampa.
-¿Cómo es eso? -preguntó el chico.
-Todos nosotros nos hacemos prisioneros cuando tenemos miedo -dijo Jacob-. En especial cuando nos hacemos mayores.
-Entonces, ¿cómo consiguen dormirse los mayores?
Jacob cerró los ojos y contestó:
-Recordando que hasta incluso nuestros miedos necesitan descansar.
INCLUSO YO
Jacob y Jonás se miraron uno al otro por encima de sus matinales tazas de té. La escarcha había dejado su entramado de hielo cristalizado en las esquinas de las ventanas.
-Jacob -preguntó el muchacho-, ¿resulto una carga para todos estando en la panadería?
-¿Acaso hay alguien entre nosotros que no sea a veces una carga para los demás? -respondió Jacob.
-¿Incluso tú, Jacob?
-Incluso yo -respondió el hombre.
******
Os deseo una muy buena semana, disfrutando de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí y un abrazo. nos vemos prontito.
Y LIBÉRATE DE TUS MIEDOS
Jonás y Jacob estaban acostados en sus camas, pensando.
-Jacob- preguntó Jonás entre las sombras-, ¿has tenido alguna vez miedo de la oscuridad?
-La oscuridad ilumina nuestros temores -dijo Jacob.
-¿Cómo puede ser una luz la oscuridad?
Porque te muestra tus miedos -fue la respuesta.
-¡Entonces es una trampa! -afirmó Jonás mientras se sentaba en la cama.
-Somos nosotros la trampa.
-¿Cómo es eso? -preguntó el chico.
-Todos nosotros nos hacemos prisioneros cuando tenemos miedo -dijo Jacob-. En especial cuando nos hacemos mayores.
-Entonces, ¿cómo consiguen dormirse los mayores?
Jacob cerró los ojos y contestó:
-Recordando que hasta incluso nuestros miedos necesitan descansar.
INCLUSO YO
Jacob y Jonás se miraron uno al otro por encima de sus matinales tazas de té. La escarcha había dejado su entramado de hielo cristalizado en las esquinas de las ventanas.
-Jacob -preguntó el muchacho-, ¿resulto una carga para todos estando en la panadería?
-¿Acaso hay alguien entre nosotros que no sea a veces una carga para los demás? -respondió Jacob.
-¿Incluso tú, Jacob?
-Incluso yo -respondió el hombre.
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Os deseo una muy buena semana, disfrutando de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí y un abrazo. nos vemos prontito.
UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"
SOBRE REZOS Y REZADORES
La abuela: ¿Ya rezas tus oraciones cada noche?
El nieto: ¡Por supuesto!
¿Y por las mañanas?
"No. Durante el día no tengo miedo".
******
Una piadosa anciana, al acabar la guerra: "Dios ha sido muy bueno con nosotros: hemos rezado sin parar...¡y todas las bombas han caído en la otra parte de la ciudad!
******
La persecución de los judíos por parte de Hitler se había hecho tan insoportable que dos de ellos decidieron asesinarlo, para lo cual se apostaron armados en un lugar por el que sabían que debía pasar el Führer. Pero éste se retrasaba, y Samuel se temió lo peor: "Joshua", le dijo al otro "reza para que no le haya pasado nada..."
******
Aquel matrimonio había tomado la costumbre de invitar todos los años a su piadosa tía a hacer con ellos una excursión. Pero aquel año se habían olvidado de invitarla. Cuando lo hicieron, ya a última hora, ella les dijo: "Ya es demasiado tarde. He estado rezando para que llueva".
******
Muy buenos días, gracias por estar ahí, os deseo que paséis y disfrutéis de éste día y os mando un abrazo.
La abuela: ¿Ya rezas tus oraciones cada noche?
El nieto: ¡Por supuesto!
¿Y por las mañanas?
"No. Durante el día no tengo miedo".
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Una piadosa anciana, al acabar la guerra: "Dios ha sido muy bueno con nosotros: hemos rezado sin parar...¡y todas las bombas han caído en la otra parte de la ciudad!
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La persecución de los judíos por parte de Hitler se había hecho tan insoportable que dos de ellos decidieron asesinarlo, para lo cual se apostaron armados en un lugar por el que sabían que debía pasar el Führer. Pero éste se retrasaba, y Samuel se temió lo peor: "Joshua", le dijo al otro "reza para que no le haya pasado nada..."
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Aquel matrimonio había tomado la costumbre de invitar todos los años a su piadosa tía a hacer con ellos una excursión. Pero aquel año se habían olvidado de invitarla. Cuando lo hicieron, ya a última hora, ella les dijo: "Ya es demasiado tarde. He estado rezando para que llueva".
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Muy buenos días, gracias por estar ahí, os deseo que paséis y disfrutéis de éste día y os mando un abrazo.
miércoles, 2 de mayo de 2018
LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea"
CONVIÉRTETE EN LO QUE TE GUSTARÍA
QUE SE CONVIRTIERAN TUS HIJOS
Jonás estaba detrás de Jacob cuando éste cerraba la panadería por la noche.
-Jacob -dijo el muchacho resueltamente-, me gustaría hablar contigo de una cosa.
Se pusieron a caminar sendero abajo junto al río. Encima de ellos, como dibujos incandescentes en la negra cúpula del cielo, las brillantes siluetas de guerreros y osas se enmarcaban en la geometría de las estrellas.
-Jacob -dijo Jonás con un suspiro-, ¿piensas siempre en tu madre?
-Sí -dijo Jacob.
-A veces ,yo...no quiero pensar en la mía -dijo Jonás afectado.
Jacob sonrió.
-Pero es bonito cuando nos visitan, ¿no?
Un tanto asustado, Jonás susurró:
-¿Crees que mi madre sabe que estamos hablando de ella?
-Recuerda -dijo Jacob-, que se ha muerto, pero no se ha ido.
-Tus padres debieron ser especiales- dijo Jonás.
-Los padres que son especiales son los que hacen que sus hijos se sientan especiales -dijo Jacob.
-¿Mejores que los demás? -preguntó Jonás.
-Mejores con respecto a sí mismos.
-Estando yo aquí, quizás deberías simular que eres padre. ¿Qué te parece? preguntó Jonás a la defensiva.
-El gran reto de la paternidad es convertirse en aquel en el que nos gustaría que se convirtieran nuestros hijos -dijo Jacob.
-¿Y qué hay acerca del tiempo que te estoy quitando?
-La paternidad es sagrada -dijo Jacob-, y la creación de todo lo sagrado no comienza con la pregunta de qué voy a recibir yo con todo esto, sino con la de si estoy preparado para dar.
-Sigo pensando que tus padres debieron de ser grandes -dijo Jonás.
Los buenos padres saben que en cada uno de nosotros hay una grandeza esperando nacer -dijo Jacob golpeando suavemente el pecho de Jonás.
******
En el almacén de la naturaleza se encuentran ocultos muchos secretos.
Paramahansa Yogananda
Mi deseo es compartir éstas enseñanzas con vosotr@s para ir despertando, siempre me digo que es una Luz para no perdernos en el camino. Os deseo una muy buena semana, que disfrutéis los buenos momentos que el universo nos regala y que nos vemos muy pronto, muchas gracias siempre. un Abrazo.
QUE SE CONVIRTIERAN TUS HIJOS
Jonás estaba detrás de Jacob cuando éste cerraba la panadería por la noche.
-Jacob -dijo el muchacho resueltamente-, me gustaría hablar contigo de una cosa.
Se pusieron a caminar sendero abajo junto al río. Encima de ellos, como dibujos incandescentes en la negra cúpula del cielo, las brillantes siluetas de guerreros y osas se enmarcaban en la geometría de las estrellas.
-Jacob -dijo Jonás con un suspiro-, ¿piensas siempre en tu madre?
-Sí -dijo Jacob.
-A veces ,yo...no quiero pensar en la mía -dijo Jonás afectado.
Jacob sonrió.
-Pero es bonito cuando nos visitan, ¿no?
Un tanto asustado, Jonás susurró:
-¿Crees que mi madre sabe que estamos hablando de ella?
-Recuerda -dijo Jacob-, que se ha muerto, pero no se ha ido.
-Tus padres debieron ser especiales- dijo Jonás.
-Los padres que son especiales son los que hacen que sus hijos se sientan especiales -dijo Jacob.
-¿Mejores que los demás? -preguntó Jonás.
-Mejores con respecto a sí mismos.
-Estando yo aquí, quizás deberías simular que eres padre. ¿Qué te parece? preguntó Jonás a la defensiva.
-El gran reto de la paternidad es convertirse en aquel en el que nos gustaría que se convirtieran nuestros hijos -dijo Jacob.
-¿Y qué hay acerca del tiempo que te estoy quitando?
-La paternidad es sagrada -dijo Jacob-, y la creación de todo lo sagrado no comienza con la pregunta de qué voy a recibir yo con todo esto, sino con la de si estoy preparado para dar.
-Sigo pensando que tus padres debieron de ser grandes -dijo Jonás.
Los buenos padres saben que en cada uno de nosotros hay una grandeza esperando nacer -dijo Jacob golpeando suavemente el pecho de Jonás.
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En el almacén de la naturaleza se encuentran ocultos muchos secretos.
Paramahansa Yogananda
Mi deseo es compartir éstas enseñanzas con vosotr@s para ir despertando, siempre me digo que es una Luz para no perdernos en el camino. Os deseo una muy buena semana, que disfrutéis los buenos momentos que el universo nos regala y que nos vemos muy pronto, muchas gracias siempre. un Abrazo.
UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"
Un piadoso anciano rezaba cinco veces al día, mientras que su socio en los negocios jamás ponía los pies en la iglesia. Pues bien, el día que cumplió ochenta años, el anciano oró de la siguiente manera:
¡Oh Dios, nuestro Señor! Desde que era joven, no he dejado un sólo día de acudir a la iglesia desde por la mañana y rezarte mis oraciones cinco veces diarias, como está mandado. No he hecho un solo movimiento ni he tomado una sola decisión, importante o intranscendente, sin haber primero invocado tu Nombre. Y ahora, en mi ancianidad, he redoblado mis ejercicios piadosos y te rezo sin cesar, día y noche. Sin embargo, aquí me tienes: tan pobre como un ratón de sacristía. En cambio, fíjate en mi socio: juega y bebe como un cosaco e incluso, a pesar de sus años, anda con mujeres de dudosa reputación...y a pesar de todo, nada en la abundancia. Y dudo que alguna vez haya salido de sus labios una sola oración. Pues bien, Señor: no te pido que le castigues, porque eso no sería cristiano; pero te ruego que respondas: ¿Por qué, por qué, por qué...le has permitido a él prosperar y me has tratado a mí de este modo?
¡Porque eres un verdadero pelmazo!, le respondió Dios.
Había un monasterio cuya regla no era "No hables", sino "No hables si no es para decir algo que sea mejor que el silencio"
¿No podría decirse lo mismo de la oración?
******
Muy buenos días, gracias de nuevo por estar aquí os deseo un bonito día, un abrazo.
¡Oh Dios, nuestro Señor! Desde que era joven, no he dejado un sólo día de acudir a la iglesia desde por la mañana y rezarte mis oraciones cinco veces diarias, como está mandado. No he hecho un solo movimiento ni he tomado una sola decisión, importante o intranscendente, sin haber primero invocado tu Nombre. Y ahora, en mi ancianidad, he redoblado mis ejercicios piadosos y te rezo sin cesar, día y noche. Sin embargo, aquí me tienes: tan pobre como un ratón de sacristía. En cambio, fíjate en mi socio: juega y bebe como un cosaco e incluso, a pesar de sus años, anda con mujeres de dudosa reputación...y a pesar de todo, nada en la abundancia. Y dudo que alguna vez haya salido de sus labios una sola oración. Pues bien, Señor: no te pido que le castigues, porque eso no sería cristiano; pero te ruego que respondas: ¿Por qué, por qué, por qué...le has permitido a él prosperar y me has tratado a mí de este modo?
¡Porque eres un verdadero pelmazo!, le respondió Dios.
Había un monasterio cuya regla no era "No hables", sino "No hables si no es para decir algo que sea mejor que el silencio"
¿No podría decirse lo mismo de la oración?
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Muy buenos días, gracias de nuevo por estar aquí os deseo un bonito día, un abrazo.
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