martes, 17 de abril de 2018

LA ESCALERA DE JACOB, por "Noah Ben Shea"

                                               NO HAY NADA TAN VIEJO
                                               COMO UNA NUEVA IDEA


      Jonás iba detrás de Jacob por la panadería. Al muchacho le interesaba todo, y su curiosidad venía seguida por sus acciones. Jacob se vio obligado a recordarle repetidamente al chico dónde debía tener cuidado, qué es lo que no tenía que tocar y qué cosas estaban demasiado calientes.
      -Jacob, me estás tratando como a un bebé -dijo Jonás.
     ¿En lugar de como al hombre adulto que eres?
    -preguntó Jacob bromeando.
      Soy mayor de lo que tú te crees -dijo el muchacho adoptando una pose que le hiciera parecer más alto.
      -Ya veo -dijo Jacob monótonamente.
     Jacob volvió a sus labores panaderas, y Jonás se unió a él. Cuando pusieron la última bandeja de hogazas en el carrusel de bastidores del horno, Jonás dijo:
      -Mi abuelo solía decir, "Todo trabajo es sagrado".
      -Sí -dijo Jacob-, y todos tenemos diferentes trabajos.
      ¿Y cuál es el de este jovencito en mi panadería?
   -preguntó Samuel señalando al muchacho y anunciando así su presencia.
       -Se puede quedar con el mío -gruñó Max mientras entraba cargado de moldes por la puerta.
      -Jonás es el nieto de Ezra -dijo Jacob-, el Mayor del Consejo de Sabios, que quizás descanse en paz.
      Jacob se detuvo un instante para ver las consecuencias que pudiera provocar su afirmación.
       -Ohhh -exclamó de nuevo Samuel con la mirada perdida más allá de Jacob y Jonás, todavía confuso.
      -El hombre de la boca abierta -dijo Max señalando a Samuel - es Samuel. Es el dueño de la panadería, y...-Max tiró de la camisa de Samuel haciéndole adelantarse- es un gran admirador de tu abuelo. Yo soy Max.
     -¿Y qué pasa con la escuela? -le preguntó vacilante Samuel a Jonás.
     ¡Me enseñara Jacob! -dijo Jonás.
    -Y yo aprenderé de ti -concluyó la idea Jacob.
   Observando a su viejo amigo, Samuel, afectadamente, dijo:
     Puede que termines aprendiendo más de lo que tú te crees.
     -Aprender es un sendero, no un destino -dijo Jacob.
     -Bueno, pues entonces...-Samuel se dirigió a Max -¡a trabajar!
      Los dos sois sabios -dijo Max señalando a Jacob y a Jonás -. Pero él- dijo, indicando ahora con la cabeza a Samuel-, a él le entiendo.

                                                                ******

El amor es el océano de la unidad eterna, donde los serpenteantes ríos de todas las pequeñas vidas se funden en la resplandeciente inmensidad del inmortal y bienaventurado Espíritu.

                                          Paramahansa Yogananda.

      Qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala, gracias siempre por estar ahí y un abrazo, hasta muy pronto.






   

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