viernes, 20 de octubre de 2017

LA VOZ DEL ÁNGEL. por "Deepak Chopra"

      Los ángeles cristianos son nuevos en la manzana, aunque han sido prestados por los judíos, mucho más antiguos. Los ángeles de la India son mucho más viejos. Se llaman devas y no tienen alas pero, como Gabriel, Rafael y Miguel (cuyos nombres terminan en "el", que quiere decir "Dios" en hebreo), los devas luchan para Dios. Sus enemigos son los asuras, o demonios.
      Se dice que toda la creación cobró existencia debido a que los devas tiraban de un extremo de una larga cuerda y los asuras tiraban de la otra. Este mundo es mantequilla batida a partir de la leche cósmica. Los ángeles y demonios aún tiran en direcciones opuestas, y continuarán haciéndolo mientras exista el tiempo. Se necesita luz y sombra, bien y mal, para que la vida continúe. Por eso, la India alimentaba sentimientos bastante ambiguos con respecto a los demonios; a la larga jamás perderían, y los ángeles jamás ganarían. Las dos fuerzas debían coexistir. Los antiguos indios pensaban que la naturaleza humana debía hacer lo mismo.
      Es deprimente pensar que los devas no ganarán nunca, pero sólo si uno cree en la relatividad. Los antiguos indios no creían en eso. Creían en absolutos. Más allá de los ángeles estaba la conciencia pura y absoluta, o el Ser. Ser o no ser no era una cuestión para ellos. Ser era como un diamante invisible al que nadie podía jamás alimentar la esperanza de ver, pero sus facetas son el amor, la verdad, la voluntad, la fuerza, la compasión y la belleza. Vosotros habéis visto la luz reluciente de la joya de Dios cuando estos valores se hallan profundamente arraigados en su interior.
      Cuando el Ser absoluto se fundía en la creación, adoptó una tremenda variedad de formas. La forma de un elefante no es la forma de una pantufla de seda. Sin embargo, ambos están hechos de los mismos ingredientes absolutos. Si los fundís llegaréis a la luz de Dios. Si fundís un alma humana llegaréis a la luz de Dios.
      Y si fundís un asura o demonio llegaréis a la luz de Dios. Ésta es la broma cósmica. Los devas forman parte de ella. Ellos libran la batalla dichosamente porque se dan cuenta de que el mal y la oscuridad son en última instancia nada más que la luz envuelta en un disfraz muy, muy bueno. Los asuras no conocen el secreto, lo cual torna muy sincera la guerra de parte de ellos... o quizá sí conocen el secreto y siguen luchando tan arduamente porque no pueden soportar la idea de su derrota predeterminada.

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      Desearos un buen fin de semana, qué disfrutéis de los buenos momentos que el universo nos regala. Gracias siempre por estar ahí y un abrazo. ¡Nos vemos la semana que viene!

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