LAS COSAS MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA
NO SON COSAS
Un joven con un bloc y un lápiz fue a ver a Jacob mientras trabajaba.
¿Cuáles son las cosas más importantes de la vida? -preguntó con entusiasmo.
-Las cosas más importantes de la vida no son cosas -afirmó Jacob.
-De acuerdo, entonces ¿qué cosas son las que más aprecia usted? -y se preparó de nuevo con el lápiz.
-No qué, quién -dijo Jacob.
El joven se rascó la cabeza.
¿Me esta diciendo que las personas son las cosas más importantes de la vida?
-No -dijo Jacob-. Lo más importante es no tratar a las personas como si fueran cosas.
HACIÉNDOSE JOVEN
Hagan sitio -chirrió la voz de un anciano, mientras un bastón se elevaba en medio del gentió de la panadería en dirección a Jacob.
-Escúchame, Jacob -dijo el anciano-. La experiencia es la madre de la ciencia.
-Sí -dijo Jacob -, pero la enseñanza es su vida.
-Jump -se oyó toser al anciano-. Ya veo que no eres un maestro.
Lo que aprendemos de los demás no tiene que ver tanto con ver a los demás como maestros como con nuestra disposición para aprender.
El hombre le observó con una mirada cortante y le dijo:
-¿Acaso esperas que los viejos aprendan de los jóvenes?
Y Jacob respondió:
-Mi esperanza es que los viejos recuerden lo jóvenes que se sentían cuando seguían aprendiendo.
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Qué nunca se apague la luz del interior de cada uno de nosotros y sigamos siempre por el camino de la vida, gracias siempre por estar ahí, os deseo una muy buena semana y nos vemos muy pronto. Un abrazo.
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