domingo, 4 de noviembre de 2018

UNA ORACIÓN PARA LA SEMANA, por "Anthony de Mello"

Una fria noche de invierno, un asceta errante pidió asilo en un templo. El pobre hombre estaba tiritando bajo la nieve, y el sacerdote del templo, aunque era reacio a dejarle entrar, acabó accediendo: "Está bien, puedes quedarte, pero sólo por esta noche. Esto es un templo, no un asilo. Por la mañana tendrás que marcharte"

A altas horas de la noche, el sacerdote oyó un extraño crepitar. Acudió raudo al templo y vio una escena increíble: el  forastero había encendido un fuego y estaba calentándose. Observó que faltaba un Buda de madera, y preguntó: ¿Dónde está la estatua?

El otro señaló al fuego con un gesto y dijo: "Pensé que iba a morirme de frío..."

El sacerdote gritó: ¿Estás loco? ¿Sabes lo que has hecho? Era una estatua de Buda. ¡Has quemado al Buda!

El fuego iba extinguiéndose poco a poco. El asceta lo contempló fijamente y comenzó a removerlo con su bastón.

¿Qué estás haciendo ahora?, vociferó el sacerdote.

"Estoy buscando los huesos del Buda que, según tú, he quemado".

Más tarde, el sacerdote le refirió el hecho a un maestro Zen, el cual le dijo: "Seguramente eres un mal sacerdote, porque has dado más valor a un Buda muerto que a un hombre vivo".

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Muy buenos y feliz día os deseo a tod@s, gracias por estar ahí y os mando un abrazo.

                                                                       

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