PARA DARLE COMBUSTIBLE A LA PASIÓN,
A VECES TIENES QUE CORTAR MADERA
Jacob estaba a punto de irse de la panadería cuando, al salir a la calle, un matrimonio se aproximó hasta él. Aunque estaban cerca uno de otro, sus cuerpos sugerían un abismo entre ellos.
La mujer comenzó.
-Mi marido y yo estamos casados muchos años, pero...
-¡Pero no importa lo que haga por ella, nunca es suficiente! -interrumpió el marido.
-Y lo que hace es bien poco -contraatacó la mujer.
Jacob pensó en la tranquila cena que Jonás y él tenían que compartir aquella noche.
-¿Le encanta ir a trabajar por la mañana? -preguntó Jacob al hombre.
-No -dijo él.
-¿Pero va? -volvió a preguntar Jacob.
-Claro que va -respondió la mujer.
-¿Por qué? -insistió Jacob.
-Porque si no trabajas, no comes -respondió el marido.
-El matrimonio es un banquete -dijo Jacob-, pero tienes que poner comida en la mesa.
-Así pues, ¿el matrimonio es como ir a trabajar?
-preguntó el hombre.
-No -dijo Jacob-. Lo único que digo es que los matrimonios no funcionan si no se trabajan.
-¿Y qué pasa con el romanticismo? -preguntó la mujer.
-Para darle combustible a la pasión, a veces tienes que cortar madera -respondió Jacob.
******
Una luz para el despertar las conciencias, disfrutad los buenos momentos que el universo nos regala, gracias por estar ahí, nos vemos pronto. Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario