viernes, 16 de septiembre de 2016

LA BARCA Y LOS DOS MONJES. " Henri Brunel ".

      Quién dirá cuál es el sabor del Zen, la sabiduría de estos cuentos simples como la evidencia, libres como la verdad ?

                                                               ******

      Una tarde de otoño. la densa bruma esconde casi por completo el río Saitama. Un monje y un joven novicio se disponen a atravesarlo en una barca ligera. Las aguas están amarillas y muy agitadas, se ha levantado un viento muy violento;
     -Maestro, ya sé que nos esperan en el monasterio de Rishiko, pero no sería prudente dejar para mañana nuestra visita? Podríamos comer una albóndiga de arroz y dormir en la cabaña de ramas que veo allá abajo.-...

      Puesto que su maestro guarda silencio, Kasuku se resigna a embarcar, y empieza a remar. De la otra orilla, no se ve más que una línea oscura perdida en la bruma.
      " Maestro, el río es ancho, y el viento que sopla de través nos impide avanzar como queremos".

      Pasan diez minutos, que a Kasaku le parecen una hora. Rema en silencio, con el corazón inquieto.
     De repente, suelta los remos y se levanta, con el brazo alzado;
      "Maestro, maestro! Mirad esa barca que sale de la bruma, viene derecho hacia nosotros!.

     - Maestro, que chocará contra nosotros, nos va a romper el casco, vamos a hundirnos! Eh, piloto! Eh,eh, piloto! Si cojo al que guía esa embarcación le arrearé tal bastonazo que le quitaré las ganas de andar poniendo en peligro a santos varones como nosotros...

      - Maestro, mirad que la barca se está acercando ya mucho y que va a embestirnos con esa proa tan afilada. Ahora ya veo al piloto, ese asesino de timonel está durmiendo tan tranquilo!

      -Maestro, que la barca está muy cerca! Por Brahma! Maldito sea ese piloto criminal, ojalá el ciclo de sus renacimientos se extienda a un millón de años, ojalá sea chacal, hiena, rata, chinche..."
      En el instante crítico, un remolino oportuno, o una hábil maniobra del maestro, aleja el peligro y las dos barcas prosiguen indemnes su camino.
      " Te has fijado en el interior de la barca, Kasuku? - pregunta el maestro zen.
- Sí, maestro. La forma que yo tomaba por un hombre era un saco de grano.
      -Dime, Kasuku, contra quién te has encolerizado?".
          FIN.

                                                           ******

        Pasad y disfrutad de los buenos momentos qué nos regala el universo, un abrazo y hasta pronto.


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